Entre los animales predadores, uno de los más adaptados y
evolucionados son las víboras.
Cráneo. Lo primero que nos llama la atención es su cabeza,
en forma de triángulo o lanza. Esta forma se debe a que detrás de cada ojo
tienen una glándula de veneno que las culebras no tienen.
Además, su mandíbula es capaz de desencajarse para tragar
presas enteras mas grandes que su cabeza.
Dentadura. Las víboras son las serpientes con la dentadura
más grande. Sus dientes son largos y puntiagudos
Tiene dos grandes colmillos retráctiles, ya que dada la
longitud de estos colmillos, si no lo fueran, cada vez que cerrara la boca se
perforaría la mandíbula inferior.
Estos colmillos tienen un canal interno por el que se
inyecta el veneno de esta serpiente.
En cada mordedura de esta serpiente se inyecta una dosis de
veneno suficiente para acabar con miles de sus presas.
Pupilas. Todas las víboras tienen la pupila elíptica verticalmente, igual que los gatos, lo que nos da síntomas de sus hábitos nocturnos.
Escamas. Las víboras tienen las escamas de forma carenada, a diferencia de las culebras que las tienen lisas. Esto significa que el borde de la punta de una escama no coincide exactamente con la siguiente, sino que se superponen como las tejas de una tejado.
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